LA COMPAÑÍA RAPANUI INSTALA EN ALCÀSSER SU PRIMERA FÁBRICA EN EL EXTERIOR

25/04/2021 – 

VALÈNCIA. Hace casi diez años que la empresa chocolatera Rapanui encontró el éxito con sus famosos bombones Franuí, frambuesas bañadas en chocolate. Un dulce que catapultó a la fama a la compañía, que ahora se lanza a la conquista de Europa. Y, para lograrlo, ha elegido Alcàsser (Valencia) como base de operaciones fuera de las fronteras de la Patagonia argentina. Es en el municipio valenciano donde llevan ya unos meses produciendo Franuí para el mercado exterior con el objetivo de expandir este dulce por el mundo. 

Fue a finales de 2020 cuando esta empresa familiar, fundada por Aldo Fenoglio y capitaneada ahora por la tercera generación, desembarcó en España con su fábrica en el municipio valenciano. Unas instalaciones capaces de producir 24 millones de tarrinas al año de sus bombones ‘estrella’. Y es que, aunque la firma está dedicada a los chocolates y helados, su planta valenciana se centrará en la fabricación de este dulce que consiste en una frambuesa bañada en dos capas de chocolate. Existen dos variantes: Franuí con chocolate blanco y con leche y otro envuelto en chocolate blanco y negro. Un producto novedoso que se almacena congelado, pero se degusta a temperatura ambiente.

Con una inversión de 3,5 millones de euros, la fábrica cuenta con 3.500 metros cuadrados y contará con cuatro líneas de producción, aunque por el momento funciona únicamente una a la espera de incrementar la producción. Hasta el momento, han ido fabricando poco a poco para generar stock, mientras presentan el producto en España y se cierran acuerdos con distribuidores en Italia y Alemana. A partir de junio, la compañía tiene previsto pisar el acelerador para agilizar su expansión y cruzar fronteras.

El origen de lo que hoy en día es Rapanui se esconde tras las montañas del Piamonte. En la ciudad de Turín, Aldo Fenoglio trabajaba en el negocio familiar dedicado a la tradición heladera y chocolatera heredada de generación en generación. No obstante, tras el estallido de la guerra huyó a la ciudad de Bariloche en Argentina, donde encontró en el paisaje andino el recuerdo de sus queridos Alpes. Allí mantuvo el legado familiar e instaló la primera fábrica de chocolates de Argentina. «Era un centro pequeño que se empezó a hacer famoso en esa zona. Venían los turistas y gracias al boca a boca fue creciendo el negocio», rememora su nieta Leticia Fenoglio, actual CEO de Rapanui.

Tras el fallecimiento de su fundador, sus hijos Diego y Laura los que cogieron las riendas de la compañía, pero en los años noventa ambos deciden tomar rumbos diferentes y él decidió iniciar una nueva empresa chocolatera en la ciudad. Nace así Rapanui chocolates. «Empezamos con un local en la calle principal de Bariloche con chocolates y helados. Fabricamos el producto desde el grano de cacao y siempre buscamos la excelencia en la calidad», resalta Fenoglio. Actualmente, la compañía cuenta con 12 locales en Argentina y una plantilla de 600 trabajadores. Fabrican más de 600 toneladas de helado, 640 de chocolate y 1.800 de Franuí cada año.

Del chocolate a los Franuí

Aunque con una consolidada trayectoria como maestros artesanos del chocolate, sus famosos bombones de frambuesa les han otorgado su reconocimiento más dulce. Un producto sencillo, pero novedoso que surgió durante un viaje en coche de Diego Fenoglio. «Mi padre en su casa tenía una gran plantación de frutos rojos porque le gusta hacer postres caseros. Un día estaba conduciendo volviendo a casa y pensaba en qué podía hacer con todas las frambuesas que tenía», explica la CEO de la firma. Esa noche se le ocurrió bañarlas en chocolate y así nació el que a día de hoy es el producto estrella de la firma. 

«El Franuí es un producto novedoso porque encierra una categoría en sí mismo: es una fruta bañada en chocolate, pero que se comercializa en congelado y se come una hora después de sacarlo del frigorífico», puntualiza. Actualmente, cuentan 2.600 puntos de venta de Franuí en argentina, entre restaurantes, gasolineras, supermercados, locales propios e incluso cines. 

Fue hace tan solo tres años cuando la empresa decidió dar el salto al mercado exterior. «Mi padre vio que Argentina se nos estaba quedando chica y pensó que se vendería muy bien en otras partes del mundo. Hace tres años empezamos a montar la fábrica en València», explica Fenoglio. Unas instalaciones que en estos casi cinco meses en marcha se ha dedicado principalmente a servir al mercado nacional a través de las cadenas que ya comercializan este dulce como son Carrefou, el Corte Inglés gourmet, Spar o Glovo.

De Valencia a la conquista del mundo

¿Por qué València? Tras recorrerse Europa, Diego Fenoglio acabó en tierras valencianas y la ciudad, su gente y su potente puerto fueron claves en la elección. «Reunía todas las condiciones que necesitábamos», subraya Leticia Fenoglio. Y es que, la idea es abastecer Europa, Canadá y el mercado estadounidense desde su fortín en Alcàsser. Desde su fábrica en Argentina quieren ‘atacar’ el mercado latinoamericano y desde Valencia, al resto del mundo con estos bombones. 

En un principio, su previsión era arrancar con la producción desde su planta valenciana en marzo, pero la pandemia alteró sus planes. No obstante, desde el pasado mes de diciembre ya está en marcha una de sus cuatro líneas de producción con una plantilla de 20 trabajadores. Un equipo que esperan ampliar hasta los 70 empleados en un futuro. «Queremos hacer del Franuí un producto global y conquistar todos los países», ríe. En junio, su maquinaría valenciana estará a pleno rendimiento produciendo de forma constante. «Calculamos que en 2024-2025 podremos empezar a poner en marcha la segunda línea de producción en la fábrica», indica.

Ya se encuentran en negociaciones con distribuidores en EEUU y Alemania y en Italia empezarán a comercializar este dulce este mes a través de la plataforma de delivery Glovo. También en España, quieren ampliar sus puntos de venta y también se han iniciado conversaciones con diferentes cadenas de distribución. En Argentina también venden Franauí en el canal Horeca, y su intención es hacerlo también en España una vez se recupere del duro golpe de la crisis sanitaria. Eso sí, no tienen previsto tiendas propias.

Por el momento, sus instalaciones valencianas serán las únicas en el exterior. «Hoy no tenemos ningún proyecto de abrir otra planta. Ahora estamos trabajando para poder aumentar la producción y hacer crecer las ventas». También están explorando un una línea vegana para llegar a más público. «Nuestro objetivo es posicionar Franuí como un producto premium y masivo y conseguir que llegue a todo el mundo», concluye. Y Valencia formará parte de ese camino.